Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en la gran https://zoyarwlv657624.life3dblog.com/37147577/el-gesto-inesperado-de-zidane-en-la-final